TW
0

Francesc Antich comenzó ayer su primer día de trabajo a las 9.30. No fue precisamente muy madrugador, pero tampoco tenía una agenda de trabajo lo que se dice muy apretada. Además, el jefe del Ejecutivo quiso darse un pequeño descanso después de la agotadora jornada del día anterior, que concluía cerca de las 10 de la noche en el Consolat de la Mar. Tras la fiesta, su hijo pequeño se empeñó en entrar en el coche oficial y no paró hasta que lo consiguió.

En su primer día de trabajo oficial en la sede del Ejecutivo, lo primero que hizo el president fue realizar un recorrido por las dependencias del Consolat de la Mar. Antich ya conocía en parte la sede del Ejecutivo, ya que mantuvo una serie de reuniones con Jaume Matas durante la última época de mandato del ex president.

Sin embargo, ayer paseó por la zona que era desconocida para él con el fin de saludar y conocer personalmente a los funcionarios con los que ahora tendrá que trabajar codo con codo. El nuevo president fue bien recibido por sus nuevos colaboradores. «La verdad es que han sido muy amables conmigo. Es una gente muy simpática», aseguró Antich.

Tras su recorrido, el president tuvo tiempo de enviar un saludo a los medios de comunicación en el que afirma que la responsabilidad de liderar el cambio político de Balears supone un reto «para un hombre corriente del Pla de Mallorca». En su mensaje, Antich se compromete a trabajar para todos los ciudadanos de las Islas y anima a los medios de comunicación a que realicen su trabajo con profesionalidad «porque una sociedad bien informada es una sociedad con más capacidad de decidir y, en definitiva, es una sociedad más libre».

Si el primer día de trabajo extraoficial en el Govern bajó a tomar un café a un bar de la plaza de Atarazanas, ayer hizo lo mismo. El propietario del bar le dio la enhorabuena y le dijo que le había reconocido desde el primer momento. El primer día, él pagó la ronda; ayer pagó uno de sus colaboradores.