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Lo cierto es que Víctor no está bien, «aunque bastante mejorado respecto a como estaba "matiza su progenitora", pues al menos ahora se mueve y come sólido y no es un vegetal como nos dijeron que sería hace años».

A pesar de que en Palma les han dicho los médicos «que no hay nada que hacer, que no tiene cura, nosotros tenemos esperanza de que haya remedio. Y hasta que no se demuestre lo contrario hemos de intentarlo. Es nuestro hijo».

Hace un año, aproximadamente, «gracias a la ayuda de los lectores de Ultima Hora , al decirnos en Palma que el niño no tenía cura, pudimos viajar a México, a una convencion médica que allí había, y los médicos que lo vieron recomendaron que lo lleváramos al Instituto para el logro del potencial humano que está en la ciudad de Filadelfia, donde han sido tratados otros niños, alcanzando resultados muy positivos. Pensamos que nuestro hijo no será jamás un niño normal, pero sí que puede mejorar, no morirse, siempre y cuando vaya allí, le vean y le receten o nos digan qué tenemos que hacer».

«Los médicos que le vieron en México nos dieron esperanzas y un tratamiento a base de una gimnasia, y con él Víctor ha progresado. ¡Anda que no hay diferencia de como era a como es! Pero esto no es suficiente».