Don Juan Carlos y Robert Miller, a bordo del Mari-Cha III. Foto: TOLO LLABRÉS.

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Lo que contamos aquí hace días, se cumplió ayer. El Rey pilotó el Mari-Cha III, propiedad del multimillonario norteamericano Robert Miller, conocido como el 'rey del dutty free', posiblemente el velero más bello que pueda haber hoy en aguas de las Islas.

Sucedió a mediodía de ayer, bajo un sol de justicia, en Puerto Portals.
De pronto comenzaron a llegar coches al pantalán del Mari-Cha III. Por una parte, el rey don Juan Carlos, la reina Sofía y su hermana, la princesa Irene de Grecia; por otra, Robert Miller y su consuegro, Constantino de Grecia "a la reina Ana María no la vimos", Pablo de Grecia, su esposa, Marie Chantall Miller; por otra, los duques de Lugo, don Jaime y doña Elena, y por otra, Alexia y Carlos, los recién casados, que antes de zarpar abandonaron el buque, pues tenían la intención de entrenar un rato con el Azur de Puig. Así que todos, ¿no? Bueno, faltaba Felipe Froilán, los hijos de Marie Chantall, el Príncipe de Asturias y los duques de Palma.

Por lo que pudimos ver a través de los prismáticos el rato que estuvimos siguiéndolo, el Mari-Cha III estuvo siempre navegando a vela, a veces en dirección a poniente, otras en dirección a levante, otra haciendo un amago de poner rumbo a Eivissa, para rectificar al rato, lo cual nos pareció una cosa muy normal, lo de navegar sin rumbo, dejando que el aire y las velas te lleven, pues todos los que iban a bordo son unos enamorados del mar y de la navegación a vela. Además, la brisa que soplaba animaba a navegar de este modo... aunque a media tarde hubo baño.