La moda de hoy en día da cada vez mayor importancia a los complementos, que están tomando vida propia y pasando a ser indispensables.
Los accesorios estrella del verano son, sin duda, las gafas de sol, en las que los diseñadores trabajan para depurar sus formas y multiplicar sus diseños, que están adquiriendo una estética claramente trasgresora.
Las barillas se ensanchan en las gafas femeninas y su terminación deja de tener la tradicional curva "tendencia hacia las rectas iniciada por las marcas más prestigiosas". Incluso pueden llegar a desaparecer, siendo destronadas por cadenas doradas. La mujer apuesta, además, por materiales como la pasta y la concha, tanto en tonos pardos y negros como en los más desenfrenados coloridos. Como novedad aparece el color hueso. En el caso de las gafas para caballero destaca el uso del metal trabajado en tonalidades neutras y mates, y las formas rectangulares, cuidando hasta el último detalle en una ornamentación siempre muy sencilla. Los jóvenes tienen una oferta más variada, aunque lo que está más de moda a finales de este milenio es la estética revival.
Lo más 'in' son la gafas de mosca "cuyo estandarte podría ser el Chaval de la Peca", así como gafas muy pequeñas, al estilo hippy o de corte glamouroso, confeccionadas con plásticos de colores chillones o estampados y en busca de formas atrevidas "ovaladas, cuadradas, hexagonales, etc.".
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