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La sorpresa no fue el baño de Claudia, y sus hermanos, con el modisto Valentino, sino que en el «Blue One» iba también la ex imagen del modisto italiano, nuestra paisana Rosario Nadal. Eso se lo contamos ayer.

Aunque tras haber rebobinado, y habiendo repasado una a una las fotos en el ordenador, descubrimos que la que pensábamos que era hermana de Claudia no era tal, sino Rosario Nadal, y el hermano, tampoco era tal, sino un joven que no pudimos identificar.

Y es que la distancia entre ellos y nosotros era enorme: Además, la luz, sobre todo por la mañana, nos ponía el objetivo a fotografiar a contraluz. Pero por la tarde, con el sol dándoles en la cara, tanto yendo en la lancha como luego, duchándose en la plataforma de popa del «Blue One», fue distinto y... Bueno, pues helas ahí: Claudia y Rosario, la top y la princesa de Pravlev, ambas en biquini negro de puro diseño... ¿Valentino?, pues no me extrañaría.

Tras un bañito más o menos corto, regresaron al «Blue One», se ducharon, se secaron y merendaron en cubierta, seguro que de Jabugo, la vianda de moda en el último verano del milenio. ¿Y quién dirán que apareció por allí en plena calma? ¡Sasto! Àlvaro de Marichalar se acercaba al «Blue One» a lomos de su moto acuática y, tras parar los motores, colocó delante de su boca la manos abiertas, a modo de bocina, y gritó aquello de «¡Ah, los del barco!». Una vez identificado por los de a bordo, subió, saludó a todo el mundo, departió un ratito y regresó a su moto. Al rato, en otro barco, se acercó Marieta Salas, amiga "sobre todo" de Valentino, con quien en dos días cenó otras tantas veces, y Claudia, con quien cenó el jueves, recién llegada a Mallorca.