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RUIZ COLLADO/AGENCIAS El presidente del grupo Sol Meliá, Gabriel Escarrer, manifestaba ayer su desconocimiento de la decisión del Gobierno norteamericano de investigar la gestión de Sol Meliá en Cuba, «estamos dentro de la legalidad vigente y como en anteriores ocasiones que nos han investigado estamos muy tranquilos».

Fuentes comunitarias y diplomáticas españolas confirmaron ayer que el departamento de Estado norteamericano está investigando «las transacciones hacia Cuba» que realiza la empresa y otras cuestiones «que quieren aclarar. Es posible que la investigación se esté realizando sólo a Sol Meliá, no sabemos de otras empresas europeas».

Fuentes del Departamento de Estado norteamericano confirmaron que «están trabajando sobre la aplicación del título IV de la Ley Helms-Burton», aunque apuntaron que no pueden «dar información sobre las investigaciones abiertas».

El título III de la Ley Helms Burton, que sería la única vía para poder sancionar a Sol Meliá continúa en suspenso ya que el presidente norteamericano, Bill Clinton, aplaza cada seis meses la aplicación de dicho título.

Sol Meliá inició su andadura en Cuba en 1990, convirtiéndose en el segundo lugar en importancia dentro del segmento vacacional del grupo y representa el 7 por ciento del volumen total de negocios Sol Meliá, que aspira a operar en el año 2000 unos 20 hoteles en Cuba (14.000 camas).

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores español aseguró ayer que el Gobierno estaría dispuesto a paralizar el acuerdo entre la Unión Europea y EE UU en el caso de que este país abriera expediente sancionador a la empresa. «La posición española es clara "dijo el portavoz del Exteriores": si llega a producirse alguna sanción contra una empresa española, incluso si llega a abrirse expediente sancionador, España está dispuesta a tomar medidas muy enérgicas y a paralizar el acuerdo entre la UE y EE UU, pero hay que reiterar que lo que hay en marcha no es expediente sancionador sino administrativo».