El «Litoral» recorre cada mañana la bahía de Palma para recoger la suciedad del mar. Foto: Jaume Rosselló.

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Mantener el mar limpio es tarea de todos, pero cuando esto no se cumple a rajatabla, los trabajadores del servicio de limpieza de EMAYA ayudan a que las aguas de la Isla se mantengan cristalinas y libres de contaminación.

Dos son los barcos que se utilizan todas las mañanas del verano, de ocho de la mañana a dos de la tarde, para recoger toda la basura que hay desde el Club Náutico del Arenal hasta el principio de la Platja de Palma. El Mini es pequeño y necesita un solo operario, es de manejo manual y tiene la ventaja de que se puede acercar hasta la orilla de la playa esquivando a los bañistas. El segundo, el Litoral, es más grande, está mecanizado y necesita dos operarios: el que lleva el timón y el que recoge la basura. Este último, que es más rápido que el Mini, también se utiliza para algunas emergencias, como las acumulaciones de basura en algunas zonas. Ambos utilizan unas rejillas, situadas en la proa del barco, que filtran el agua y recogen la basura habitual y algunos objetos curiosos, que van desde unos pantalones hasta un cactus.

Diariamente, los encargados de la limpieza del mar recogen una media de cuatro bolsas con una capacidad de cincuenta litros cada una. Gabriel Habib asegura: «La cantidad de basura que estamos encontrando en el mar este verano no es mayor que la que recogimos el año pasado ni el anterior. Más o menos se mantiene el mismo nivel de suciedad y, aunque también es cierto que es algo muy difícil de valorar, no creo que el mar de Mallorca esté cada año más sucio».