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El Ajuntament de Palma tiene prevista la compra de quince viviendas para ofrecer en régimen de alquiler a moradores de Son Banya que estén dispuestos a salir del poblado y que cumplan las condiciones que el municipio les impone para conseguir esta ayuda.

De esta forma, el nuevo concejal de Acción Social, Antoni Nadal, considera que el viejo plan de realojo de los habitantes de Son Banya, firmando por el Consistorio palmesano y el Instituto Balear de la Vivienda, ha cumplido ya su misión y es la hora de cambiar la estrategia.

De hecho, a principios de año, la anterior responsable en materia de Acción Social reconoció que el plan de realojo se encontraba «estancado», al no haber familias dispuestas a salir del poblado. Para el año 1999 habían sido seleccionadas siete familias, que reunían los requisitos necesarios para acogerse a este plan, pero ninguna de ellas parece dispuesta a abandonar su asentamiento.

Según ratificó Nadal, «algunas personas de este asentamiento no se han marchado aún por las trabas y dificultadas que encuentran a la hora de buscar un piso para alquilar o comprar, por lo que desde el Consistorio se ha pensado que era la hora de intervenir y ofrecerles el piso directamente».

No obstante, Nadal aclara que «para esta operación necesitamos seguir contando con la ayuda del Govern balear y del Consell Insular de Mallorca». Las quince viviendas serán adquiridas en diferentes barriadas de la ciudad.

El Consistorio será el propietario de estos pisos, que ofrecerá en régimen de alquiler a las familias de Son Banya que cumplan los requisitos sociales para el realojo. Pero la condición previa a todo ello y sin el que no es posible el traslado es el derribo de la chabola que la familia que se marcha deja libre en el denominado albergue Son Riera. Con ello se pretende evitar que ésta sea ocupada de nuevo y poco a poco ir desmantelándolo.