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El conseller d'Educació i Cultura, Damià Pons, y los directores generales del área de enseñanza se convirtieron ayer, durante unas horas, en receptores directos de las sugerencias de un total de 300 directores de centros educativos de Mallorca. Los responsables del sistema educativo balear mantuvieron reuniones con los directores de colegios de primaria e institutos de ESO y centros concertados de Palma, así como con los directores de Inca y Manacor.

Damià Pons explicó que los directores expusieron su preocupación por temas puntuales, «de los que hemos tomado buena nota», dijo, pero también de aspectos de carácter general que obtuvieron respuesta in situ. Según el conseller, una de las cuestiones que salieron a la palestra fue la relacionada con los programas para el fomento del uso de la informática en las escuelas, cuya continuidad confirmó Pons, aunque, en su opinión, «el anterior Govern presentó en un momento en el que eran sólo una expectativa y nosotros procuraremnos que cuando volvamos a tratar estos programas sea porque hay unas dotaciones económicas detrás que permitan introducirlos de manera inmediata».

La problemática de los profesores de religión fue otro de los temas de interés para los directores, sobre el que el director general de Personal Docent informó de que, ha quedado resuelto mediante un convenio firmado entre la Santa Sede y el Ministerio de Educación, de manera que estos profesores tendrán contratos laborales por las horas de docencia real. El conseller y su equipo explicaron también la distribución del personal para el curso 1999-2000 y entregaron a cada uno de los centros el listado de la adjudicación de personal docente.

El titular de Educació dijo que «ninguno de los directores expresó su preocupación porque considerara que su centro cuenta con personal insuficiente, pero sí se trató el tema del personal de educación compensatoria o de atención a la diversidad "alumnos extranjeros, de minorías étnicas o con dificultades sociales".