De todos es sabido que las masas son fácilmente manipulables si se emplean para ello los métodos adecuados. Siglos de análisis políticos preceden a los estadistas de hoy y casi a ninguno de ellos le sobra el título de «Maquiavelo». Dicho así parece que los altos despachos del poder sean lugares siniestros donde se traman las más hábiles estratagemas para adherirse a la opinión pública. En la actualidad se han dejado de lado las maniobras siniestras "al menos en los países civilizados" para abrazar todos los medios que las modernas tecnologías ponen al alcance de los poderosos en su intento por captar la atención, primero, y el voto, después, del ciudadano de a pie. Y ahí está el quid de esta cuestión. Que el ciudadano de a pie escucha la radio, lee los periódicos, conversa con sus vecinos y compañeros, pero, sobre y por encima de todo, ve la televisión. Y muy extendida está la idea de que todo cuanto se dice en televisión es cierto.
Editorial
El uso partidista de la televisión pública
08/10/99 0:00
También en Noticias
- La bebida que cada vez bebemos menos, evita la pérdida de memoria y mejora mucho la concentración
- Ni estufas ni calentadores: Lidl trae la nueva revolución para calentar el hogar
- La Lotería de Navidad deja 790.000 euros en Mallorca
- Una niña canta por error El Gordo justo después de salir el premio: «Me ha dicho que lo cante»
- Un cuarto premio, vendido en varias zonas de Mallorca
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.