La localidad de Campos vivió ayer una jornada muy especial. Regresó por un día y hasta el sábado a la Edad Media con el mercado medieval que se instaló en la calle Bisbe Talladas. Para la ocasión se eligió una de las calles más antiguas del pueblo, donde unos 25 artesanos expusieron sus productos ataviados con los trajes típicos de la época medieval y la calle repleta de banderines.
Sin duda alguna fue la atracción de la Fira d'Octubre que ayer se celebró en la localidad. El numeroso público concentrado admiró las creaciones de los artesanos, al tiempo que intentaba imaginar cómo eran las cosas hace 700 años, justo la época en que se fundó Campos y la mayoría de pueblos de Mallorca. Los expositores estaban construidos en madera y tela. La ambientación del mercado está muy bien realizada ya que en el suelo se ha esparcido paja, tal y como sucedía en la época medieval.
En el mercado de época se encontraban artesanos llegados de diferentes puntos de Mallorca, que también participaron y se disfrazaron para la ocasión. Entre ellos encontramos a Sion Lladó con sus alcaparras y olivas, así como sus frutas y verduras cultivadas por él mismo. Los bordados también tuvieron su protagonismo en el mercado con los tapetes y demás prendas de Miquela Ballester.
El joven Guillem Monserrat mostraba un oficio que ya está casi perdido. Se trata del cordado de sillas, donde Monserrat es un experto. Damià Mulet es otro artesano joyero que en plena calle y como si fuera el año 1300 elaboraba preciadas piezas. Las hierbas medicinales de Miquel Monserrat, los trabajos de marés de Miquel Lerma o las cerámicas de Aina Maria Lladonet son otras de las variantes que han mostrado al gran público los artesanos locales.
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