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El ministro de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa, Igor Ivanov, se despachó a gusto con los medios informativos en el contacto que mantuvo con ellos en un descanso del Foro de Formentor, sobre todo en lo concerniente a la corrupción existente en su país y el plan de choque contra el crimen organizado. Ivanov, en lo concerniente al impacto que este tipo de situaciones tienen en la industria turística comentó: «Rusia tiene mucho que enseñar a los turistas extranjeros, pero desgraciadamente, por muchas razones, en los últimos años ha bajado notablemente. Estamos mejorando la infraestructura necesaria, hoteles y los servicios.

Claro está que algunas empresas han fallado porque les ha tocado el peor momento, pero en los últimos tiempos se ha mejorado mucho. Es por ello que invito a los empresarios turísticos mallorquines, principalmente cadenas, a que inviertan. La situación está mejorando, sobre todo en lo que concierne a la policía. Lo importante es evitar hacer negocio con este crimen organizado, porque cuando entras es muy difícil salir. Yo les he preguntado a los empresarios si tenían amenazas o tratos. Vi que los que tenían tratos y pensaban que al final iban a pagar menos y vivir tranquilos, siempre terminaban mal.

Por contra, los que mantenían el principio de no colaborar y mantener contactos con las autoridades legítimas han salido adelante». En este punto, el ministro de Exteriores ruso fue más que tajante: «Aconsejo a los empresarios turísticos mallorquines que no hagan tratos, que no paguen y acudan a los cuerpos de seguridad que están actuando cada vez mejor. Las cadenas hoteleras mallorquinas tienen garantías absolutas para invertir en Rusia, ya que cada vez tienen socios más solventes».

Respecto a la corrupción en Rusia, admitió que «en Rusia existe corrupción, pero es fruto de la falta de preparación del antiguo régimen comunista a las numerosas reformas que se han llevado a cabo en ésta década. No existía legislación que evitase excesos en el proceso de privatización. Sin embargo, la corrupción no es fenómeno ruso y hay personas, en otros países, que se aprovechan de sus frutos. Es por ello que hemos preparado un plan de choque para combatirla y erradicarla con la modificación de la legislación y la colaboración multinacional y bilateral».