El histórico velódromo de Tirador vuelve a ser sede para el
deporte, aunque el pádel ha pasado a ocupar el recinto que en 1899,
hace 100 años, fuera inaugurado para competiciones ciclistas en
pista y que en 1973 fue clausurado por orden gubernativa a causa
del deterioro de las instalaciones.
El recinto sigue siendo propiedad del Veloz Sport Balear,
fundado en 1896 y que en la actualidad cuenta con unos 90 socios,
cuya directiva se decidió a la construcción de las pistas como
formula para evitar el progresivo deterioro del recinto,
constantemente invadido por personas desconocidas, delincuentes y
drogadictos, que llegaron a incendiar los vestuarios produciendo
graves daños.
El anuncio de la construcción de la futura zona verde, que según
los planes municipales afecta el velódromo, hizo dudar sobre la
oportunidad de emprender obras de conservación del recinto
deportivo, pero viendo que con el paso de los años este parque
sigue siendo un proyecto de futuro, ya que la dejación no sólo
afectaba el velódromo en si sino también a la imagen general de la
zona, la directiva decidió la construcción de cuatro pistas para la
práctica del pádel, así como la remodelación de los vestuarios. La
pista, de 333´33 metros se conserva en su casi totalidad, aunque se
ha tenido que cortar un tramo para la construcción de un acceso
para los automóbiles.
El velódromo fue construido en el antiguo huerto de Tirador, y
desde su inauguración hasta su clausura, en esas instalaciones se
han organizado varios campeonatos de España, y ha sido utilizado
por ciclistas como el campeón del mundo, Guillermo Timoner y otros
como Josep Nicolau, Rafel Pou y Antoni Llompart.
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