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El PSM propuso en enero la exención total del impuesto que ahora el Govern ha decidido aumentar en un punto de cara al próximo año. En concreto, la propuesta de los nacionalistas, que fue presentada por el actual vicepresidente del Govern, Pere Sampol, tenía por objeto garantizar el acceso a la vivienda a los residentes de Balears. La iniciativa del PSM, que fue registrada en el Parlament, planteaba que los residentes no pagasen el impuesto de transmisiones patrimoniales, que precisamente ahora el Govern ha decidido aumentar en un punto para ingresar 2.900 millones más a lo largo del próximo año.

En cambio, el PSM defendía hace sólo diez meses que una persona que no residiese en Balears o que viviese menos de cinco años pagase un 12 por ciento en concepto de impuesto de transmisiones patrimoniales. En aquella ocasión, Sampol, que participó en el Consell de Govern que aprobó hace dos semanas la subida del impuesto de transmisiones, criticó al PP «por no defender los intereses de los ciudadanos de Balears».

La propuesta del PSM fue vetada por el Govern, que ejerció sus competencias de emitir informes cuando las propuestas de la oposición implican cambios de carácter presupuestario. «La propuesta del PSM es una auténtica barbaridad jurídica», comentó el ex portavoz del Govern, Manuel Ferrer, al anunciar la decisión del gabinete que en esos momentos presidía Jaume Matas. El Govern destacó que la iniciativa del PSM vulneraba la normativa española y la europea, y que podía considerarse inconstitucional. Precisamente, el Govern acaba de aumentar del 6 al 7 por ciento el tipo que se aplica en el impuesto de transmisiones patrimoniales, que es el que se abona en las operaciones de compra"venta de viviendas usadas. El 7 por ciento será pagado a partir del uno de enero del 2000 tanto por residentes como no residentes, aunque el Govern alega que la mayor parte de las operaciones inmobiliarias que se registran en Balears en la actualidad son realizadas por extranjeros.