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El acto central del veinticinco aniversario de la residencia para personas mayores de Sa Nostra consistió en una misa solemne celebrada por el obispo de Mallorca, Teodoro Ubeda, que tuvo lugar ayer y a la que asistieron el subdirector general de la Obra Social i Cultural de Sa Nostra, Fernando Marqués; el director de la Obra Social i Cultural, Miquel Alenyà, y el jefe de la Gestió Social i Cultural, Andreu Ramis.

A continuación tuvo lugar una cena y el homenaje del centro a la residente más veterana, Maria Ferrà, de 90 años, que lleva alojada en el centro más de 21 años y a la residente de más edad, Maria Roig, de 97 años. También fueron homenajeados los cinco trabajadores que llevan prestando sus servicios en la residencia desde su apertura: Manuel Delgado López, recepcionista; Francisco Pons Pons, recepcionista; Margalida Pons, recepcionista; Trinidad Cornejo, camarera de pisos, y Gracia Cornejo, camarera de pisos, a los que se entregó un recuerdo de este día. La velada estuvo amenizada por «Els Valldemossa».

La residencia de Sa Nostra, centro de válidos, se inauguró en 1974 y cuenta con 209 camas. Ofrece dos tipos de servicios: hotelero (recepción, alojamiento y manutención) y asistencial (atención médica, social, religiosa y de ocio).

Según el director de la residencia, Josep Riutord, el centro proporciona a los usuarios un programa de actividades fijas, como talleres de gimnasia, ocupacionales y terapias, y otros alternativos, como talleres de recuperación de memoria, excursiones, etc. «A menudo, pretendemos que sean los propios residentes los que aporten ideas, de hecho hay una junta de gobierno, formada por residentes, elegidos por ellos mismos, y personal de Sa Nostra, que es la que planifica las actividades», explica Riutord.