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El primer día de restricción circulatoria y de aparcamiento en los alrededores de la Catedral y de la Plaça del Mercat transcurrió con tranquilidad, aunque cogió por sorpresa a más de un conductor.

Una consecuencia inmediata y que ayer ya resultó evidente fue que la Plaça de Cort resultó el lugar escogido para aparcar por más ciudadanos de lo habitual, con lo que el caos diario de esta céntrica plaza aún fue mayor.

Durante los primeros días de implantación de las nuevas zonas Acire en el centro de Palma, agentes locales se encargarán de informar y advertir a los conductores de la nueva normativa, en principio hasta el próximo lunes. Durante este tiempo, su misión será más orientativa que sancionadora, es decir, que antes de multar advertirán, según anunció ayer el concejal responsable del área de Governació, José Manuel Sierra.

El edil popular recordó que «la ampliación de las zonas Acire es sólo un primer paso en la regulación del tráfico en el centro, pues la apuesta del Gobierno municipal se centra en que a medio plazo todo el casco antiguo sea declarado area de circulación restringida y que, incluso, algunas vías concretas sean peatonalizadas por completo».