El Consell Insular de Mallorca aprobó ayer en una comisión no
incrementar las tarifas de la incineradora para el año 2000 ni tan
siquiera en la subida del Indice de Precios al Consumo (IPC). El
acuerdo se tomó en una comisión informativa en la que los populares
se abstuvieron y el resto de las fuerzas políticas votaron a favor,
incluidos los representantes de Esquerra Unida-Els Verds.
De esta forma, los ciudadanos de Mallorca volverá a pagar el año
que viene 7.839 pesetas en concepto de eliminación de residuos
sólidos, la misma cantidad que han tenido que abonar este año. En
la tarifa resultante, se incluye de manera proporcional el coste de
incineración de los residuos, el coste del vertido en Son Reus de
aquellas basura que no se pueda incinerar y el coste de
transferencia y transporte.
El año que viene será el primero en el que no subirá el coste de
tratamiento de los residuos, la planta se puso en marcha de forma
provisional el 2 de junio de 1996 y la tarifa fue de 5.409 pesetas.
Un año más tarde, el Consell de Mallorca se vio obligado a subir a
tarifa hasta las 6004 pesetas y, en 1998, el recibo de eliminación
de residuos ya era de 6.971 pesetas. Durante este año, la tarifa ha
estado fijada en 7.839 pesetas.
En el informe que ayer estudio la comisión del Consell se
calcula que, del total de residuos recibidos por Tirme, 300.000
toneladas se quemarán en la incineradora, otras 120.000 quedarán
depositadas en el vertedero de Son Reus y otras 210.000 toneladas
se recogerán en las distintas estaciones de transferencia.
De todos estos sistemas de eliminación de residuos, el más caro
es la incineración. Cada tonelada de basura que se elimina por este
sistema tiene un coste de 8.272 pesetas, mientras que el vertido en
Son Reus tiene un coste de 1.651 pesetas por tonelada. Por último,
cada tonelada tratada en la estación de transferencia cuesta 2.917
pesetas.
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