La regularización del tipo de retención que las empresas han tenido
que aplicar en las nóminas del mes de diciembre, en los casos en
los que durante el año se han producido variaciones por el
incremento de las retribuciones o de los gastos deducibles, ha
provocado malestar entre las empresas y los trabajadores de
Balears, que en algunos casos han visto que sus retenciones se han
disparado hasta el 48 por ciento.
Las empresas han sido receptoras de estas quejas, cuando por ley
están obligadas a efectuar esta regularización, pero también están
molestas «porque a ninguna le gusta tener que actuar como
recaudador», manifestó Marilén Perelló, del Gabinete Balears de
Gestión Laboral, dependiente de la Federació de la Petita i Mitjana
Empresa (PIME). En opinión de la representante de la asesoría
laboral de las pymes mallorquinas, «en base a lo que ha ocurrido
este año que acaba, las empresas podrán modificar en enero todos
los tipos de retención en las nóminas para que no se tenga que
hacer a final de año».
Fuentes de Hacienda en Madrid afirman que el nuevo Reglamento
del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que
entró en vigor en febrero de 1999, ha obligado a las empresas a
calcular las retenciones que deben aplicarse en las nóminas de sus
trabajadores de todo el año y «son las responsables de que las
retenciones que se apliquen sean las correctas». Las mismas fuentes
creen que «el malestar puede responder a dos cuestiones, que muchas
empresas erraron en los cálculos que realizaron a principios de año
y que los trabajadores que han percibido un incremento de sus
retenciones han tenido más ingresos de los habituales por
productividad y complementos diversos».
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