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PEDRO PRIETO Durante la pasada semana se registraron en Mallorca "Palma y Calvià" dos agresiones a profesores por parte de alumnos. O más exactamente, alumnos y ex alumnos. Mientras en el colegio de Sant Pere, del Rafal, el profesor de Religión Guillem Feliu era agredido por dos alumnos de ESO, un ex alumno de Ses Quarterades de Calvià entraba en el centro, se dirigía a la clase de la que fuera profesora suya y, sin mediar palabras, la golpeaba, siendo detenido dos horas después y, tras prestar declaración, puesto en libertad. Por su parte, los presuntos agresores del profesor de religión han sido enviados a casa por cinco días.

En uno y otro caso hay denuncias.
Y si ayer, lunes, el sacerdote Guillem Feliu, párroco de Establiments, donde goza de las simpatías de la mayoría de los vecinos, y profesor de Sant Pere, anunciaba a través de Ultima Hora que iba a dejar de dar clases para dedicarse a enseñar a los más jóvenes que la violencia no es el camino adecuado para ir por la vida, nosotros seguimos recabando información sobre este asunto, visitando los escenarios de las agresiones y hablando con dispar fortuna con personas próximas a agresores y agredidos.

En el colegio del Rafal fuimos atendidos por el director general del mismo, Antoni Ribot Rosselló, y la directora de ESO, María Àngeles Ambrosio Moyá, quienes nos recomendaron que habláramos con los alumnos sobre este asunto.

Ambos calificaron a los chicos presuntos agresores del profesor de Religión como normales, pero no muy buenos estudiantes, «pues uno lleva cuatro suspensos en la primera evaluación y otro ocho». Pero, por lo demás, nada de particular. Bueno, sí. Uno de ellos, hace una temporada, fue expedientado por amenazar a una de las profesoras.

Respecto a Guillem Feliu, el profesor agredido, «él "dice Ribot" les dedicaba todo el tiempo, incluso estaba con ellos durante los recreos». Le han dejado un moratón debajo del ojo izquierdo, y algo más. Golpes en la cabeza y en el pecho».

La directora de ESO no cuenta cómo ocurrió el suceso, basándose en los datos que ha aportado la investigación que sobre este asunto se ha hecho, por otra parte "según se desprende de lo que cuenta Ribot", anunciado, pues "dice" «ahora hemos sabido que toda la clase sabía que le iban a agredir, ya que ellos lo estuvieron diciendo».

«Los dos chicos esperaban a Guillem Feliu en la puerta de la clase "comienza diciendo Mari Àngeles Ambrosio Moyá", y cuando le vieron, le pidieron hablar con él. Guillem Feliu les dijo que de acuerdo, pero siempre y cuando estuviera presente alguien del consejo directivo. Mientras duró la clase, los chicos no pararon de provocarle, incluso tiraban papeles, y cuando él pidió que alguien le prestara un bolígrafo, uno dijo: «¡A ése no le déis ningún bolígrafo!». Concluida la clase, se acercaron a él y le preguntaron: «¿Por qué no quieres hablar con nosotros?», a lo que él respondió: «Con vosotros no quiero hablar». Automáticamente, ellos pasaron de las palabras a la agresión. Cuando Guillem Feliu volvió en sí, estaba en la sala de profesores».

Tras ser atendido por el médico presentó la correspondiente denuncia. «También nosotros "dice Ribot" hemos dado parte a la Conselleria d'Educació».
Tras no pocas pesquisas logramos dar con el teléfono de uno de los chicos y pudimos hablar con la madre, quien, muy correctamente, declinó hacer declaraciones. «Aquí hay mucho más de lo que saben ustedes», comentó. Y añadió: «El abogado nos ha recomendado que no hablemos». La madre de uno de estos chicos aseguró que no tenía constancia de que su hijo hubiera tenido problemas antes en el centro por amenazas a una profesora.