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La Conselleria d'Educació del Govern de les Illes Balears tomará medidas concretas en los centros que se vean afectados por problemas de inadaptación o de convivencia del alumnado y, además, otorgará apoyo jurídico a los profesores víctimas de agresiones. Así lo manifestó ayer el director general de Planificació i Centres, Jaume Gual, que hizo hincapié en la importancia de que los padres se corresponsabilicen en la educación de sus hijos.

En referencia a los casos de violencia ocurridos la semana pasada en los colegios Sant Pere, de Establiments, y ses Quarterades, de Calvià, Jaume Gual manifestó que «son dos casos aislados, que preocupan bastante a la Conselleria, que se están analizando y sobre los que se adoptarán medidas concretas».

Según el director general de Planificació i Centres, el procedimiento que se sigue en un caso de este tipo es el siguiente: en primer lugar, el centro llama a los padres y les informa de que se ha abierto un expediente a su hijo. Después, se nombra un instructor, que suele ser un profesor del mismo centro, que hace un seguimiento del caso y elabora una propuesta, que se analiza en el seno del Consejo Escolar, el cual tomará la decisión definitiva.

Las medidas que suelen adoptar los centros dependen de la gravedad del incidente y pueden consistir en una amonestación, expulsión temporal o expulsión definitiva. El departamento de Inspección Educativa interviene en aquellos casos en los que la propuesta del Consejo Escolar es «grave».

Jaume Gual desconocía la decisión tomada por el colegio de Establiments, en relación a los dos alumnos que agredieron a su profesor de religión, pero manifestó que «el centro puede expulsarles preventivamente, mientras se instruye el expediente, y seguramente es lo que habrá hecho».

Sobre el incidente del colegio de Calvià, Gual señaló que la directora ha interpuesto una denuncia en la Guardia Civil y la Conselleria d'Educació se ha puesto en contacto con la profesora agredida para poner el caso en manos de los servicios jurídicos de la Conselleria.

En opinión de Gual, en la comunidad educativa «existe una gran preocupación por estos aspectos no sólo de conflictividad escolar, sino de los llamados 'objetores escolares', aquellos alumnos de los últimos cursos de ESO, repetidores en muchos casos, que no tienen interés por el estudio y crean problemas. Esta es una situación sobre el cual la Conselleria está concienciada de la necesidad de abordarla», indicó. Las medidas que ha adoptado la Conselleria en estos casos van orientadas a dotar a los centros de recursos humanos, «para establecer tutorías individualizadas con los alumnos que resultan ser más conflictivos», explicó Jaume Gaul.