Más de tres mil personas, entre ellas la mayoría de los
propietarios de parcelas por legalizar de cuatro municipios: Palma,
Bunyola, Marratxi y Llucmajor, se reunieron ayer en Acuacity para
dar cuenta de una suculenta torrada. Organizaba el encuentro la
Federación de parcelista que lidera Esperanza Soberats y que bajo
el lema de «la unión hace la fuerza» quiere dar a conocer la
problemática que sufren a los políticos que son quienes pueden
resolverlas.
No son alemanes, sino de aquí, que pretenden únicamente
legalizar una situación, una parcela en la que viven y que para tal
función adquirieron. «En Mallorca, aproximadamente "decía
Magdalena- habrá unas tres mil. Y nadie quiere seguir en esa
situación. Por eso nos hemos reunido aquí, para que nos vean, nos
conozcan y sepan en la situacióon en que nos encontramos».
A tan multitudinaria torrada asistieron los alcaldes de Palma y
Llucmajor y un representante de Bunyola. Según Fageda, «estamos
todos por la legalización, ahora bien, en ocasiones el Consell
Insular de Mallorca paraliza el proceso»
Y añadió a continuación la presidenta: «La torrada costó
alradedor de los tres millones ochocientas mil pesetas que hemos
pagado con nuestros fondos, que es también de donde sale el dinero
para pagar abogados y gestiones. Nuestro deseo es que con el tiempo
seamos más, así nuestra fuerza será mayor. Deseamos construir una
plataforma capaz de, ante su alevado número de afiliados, tratar
con las administraciones públicas y, o, los cargos políticos desde
una posición de fuerza».
Para esta Federación reivindicativa, los parcelistas están
unidos por estos problemas: falta de servicios e infraestructuras,
imposibilidad de constituir escritura pública, problemas de
disciplina urbanistica y dificultades a la hora de contactar con
técnicos cualificados para resolver las cuestiones anteriores.
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