Unos trescientos ciudadanos filipinos participaron ayer en una ceremonia de hermanamiento entre las tres agrupaciones de aquel país asiático con implantación en las Balears, que se celebró en el salón de fiestas del hotel Isla de Mallorca. El pretexto para la reunión de la colonia filipina en las islas fue la celebración del año jubileo con una fiesta en que se hermanaron el recogimiento espiritual con las más variadas actuaciones musicales y coreográficas.
La agrupación laica «El Shadda» y las asociaciones religiosas «Sama Sama At Pagkakaisa» y «Filasa», formadas por ciudadanos de Filipinas residentes en las Balears pero tradicionalmente separadas por diferencias de criterios sociales y culturales, lograron su hermanamiento a través de esta celebración en la que se puso especial hincapié en la comunión de intereses existentes entre ellas a través de la religión católica.
Fue el propio cónsul de Filipinas en Baleares, Juan Torrente Blanch, quien destacó que hubiera sido la conmemoración del año jubilar católico el que hubiera logrado reunir en un solo foro a la ciudadanía filipina, después de que ni siquiera la efemérides de la independencia del país, celebrada hace tres años hubiese permitido acabar con las diferencias que separaban a las tres agrupaciones organizadoras de la fiesta que tuvo lugar ayer.
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