Miles de personas congregaron para contemplar las carrozas, comparsas y disfraces. Foto: CURRO VIERA.

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La Playa de Palma vibró en la tarde de ayer con la celebración de la vigesimocuarta edición de sus carnavales. Con un tiempo soleado que acompañó toda la jornada, el desfile dio comienzo a las tres y media tras la concentración de participantes frente al tenis de S'Arenal en Son Verí. Desde allí, una multitud de carrozas, comparsas, caballistas y disfraces emprendieron la festiva marcha hacia la plaza de «Les Maravelles», preparada para diversas actuaciones complementarias con degustación de productos.

Los primeros premios fueron para la carroza Oli mallorquí, (dotado con 100.000 pesetas mas un trofeo) y la comparsa Brodats mallorquins, (con 75.000 pesetas y trofeo); el disfraz Es padrinets (dotado con 20.000 pesetas y trofeo) y la amazona, entre los caballistas, con el mismo premio. El alcalde de Palma asistió a la fiesta junto al presidente honorario de los Hoteleros de la Platja de Palma, Bartomeu Ximena; las presidentas de las Asociaciones de Vecinos de «Las Maravelles», Joana Femenies y «Can Pastilla», Marta Benpassat, que constituyeron el jurado, entre otras personas invitadas.

Con el paseo lleno de público, dividido entre alemanes y residentes y un ambiente desinhibido, desfilaron desde gráciles y vistosas mariposas a rudos cavernícolas, sin olvidar motivos inspirados en referencias tan mallorquinas utilizados por los ganadores, con el aceite y bordados de Mallorca, sin olvidar con ironía llamar la atención sobre problemáticas como la del agua, o la recogida selectiva. Tampoco faltó una alegoría política al tema del día, que representaba a «Pinochet en Carabanchel».