Jardineros por un día

«Es una buena propuesta. Creo, además, que debería prolongarse a lo largo de todo el año y no dedicarle sólo unos pocos días», nos cuenta Carmen, maestra del CP Can Pastilla. Mientras las maestras van explicando las características de las plantas, los más pequeños empiezan a sembrar los primeros arbustos con la ayuda de los jardineros. «¡Eh, qué pasa aquí! No os paséis de la fila», dice, enfadada, la pequeña María, al ver que algún espabiladillo se acaba de 'colar'.

Juan, de cuatro años, dice, convencido, que las plantas comen agua. Su compañera Isabel le corrige: «Las plantas no comen agua. La beben».
A la pregunta de si les gusta venir porque así no hay clase, muchos pequeños sonríen y reponden «¡Sííí!». Hablando un poco más en serio, Alba, de seis años, nos dice: «Cuando estoy aburrida en casa siempre planto algo». «Mi madre tiene un jardín y me enseña a cuidar las plantas», nos cuenta Abir. Su amiga Natashaga nos cuenta que le gustan los árboles «por los frutos que dan».

El árbol elegido para sembrar es el almez, y la planta, el seto. Las herramientas utilizadas por los pequeños son la azada, el gavilán y la pala. Unos de los jardineros, José Miguel, da instrucciones a los niños, y éstos, divertidos, le escuchan, pero sin hacerle mucho caso; «son unos auténticos profesionales», nos dice sonriendo. Terminada la siembra, los pequeños regresan, contentos, al cole.