Los paisajes sirios que podrá ver la expedición mallorquina son típicamente mediterráneos.

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Mañana domingo, el batle Fageda inicia un viaje a Siria que se prolongará por espacio de una semana. Se trata de una expedición parecida a la que hizo hace dos años a Beirut, y que en esta ocasión realiza con el alcalde de Alicante, como miembros de «Ciudades Unidas», para, el próximo jueves, firmar en la ciudad de Tartous el protocolo para la rehabilitación de parte del casco antiguo de ésta, que contempla, entre otros objetivos, la recuperación de aquellos monumentos y espacios deteriorados por el paso del tiempo, como, por ejemplo, la capilla de los Templarios, baños árabes, salas abovedadas, la catedral, las murallas y el foso, etc.

Tartous, muy cerca de la frontera con el Líbano, es una ciudad costera con mucha historia sobre sus viejos y destartalados muros. El gobierno de Siria pretende convertirla en uno de los destinos turísticos del país, cosa que intentará a través de esta remodelación, que a su vez pasa por la firma de este protocolo. El alcalde Fageda quiso dejar claro que el viaje no representa gastos para el Ajuntament. Palma, al igual que Alicante, sólo prestan experiencia e ideas. Los gastos de restauración y recuperación corren a cargo de fondos que la Unión Europea destina al respecto. ¿Que por qué a un país no comunitario? Entre otras, por razones históricas y culturales y también porque en ese país mediterráneo Europa tiene muchos intereses.

Entre los principales objetivos de este proyecto, algunos de los cuales se han apuntado un poco más arriba, están también el de la recuperación de la morfología urbana, rehabilitando tanto los espacios públicos como las viviendas "cuatrocientas, con lo cual se beneficiarán unas 4.500 personas", transformado así esa parte de la ciudad en algo que valga la pena visitar. l Pedro Prieto