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El ex president del Govern y actual presidente del PP balear, Jaume Matas, negó ayer su presunta vinculación con el caso de espionaje informático al Consell en la época en la que presidía el Govern y aseguró que semejantes acusaciones obedecen a la «desesperación» de Antich. En opinión de Matas la denuncia del actual Govern se ha producido como consecuencia de las elecciones, «después de que un partido haya perdido más de 40.000 votos, de un pacto a la balear que fracasa y de un Govern que no se dedica a resolver los problemas de los ciudadanos».

«Estas acusaciones tienen la carga de impotencia a dos semanas de haber recibido un castigo de los electores y desprestigian a quien las dice», aseguró Matas. El ex president del Govern afirmó que a ningún responsable político «se le pasaría por la cabeza realizar este tipo de actuaciones» y consideró que un president del Govern «no se puede dedicar a decir estas tonterías». Matas, quien aseguró que los hechos demostrarán que se trata de acusaciones sin sentido, consideró que el único objetivo del Govern es «tapar su incapacidad, inoperancia y parálisis».

Matas aseguró que el Govern ha estado ocho meses investigándole sin que hayan podido hallar actuaciones incorrectas. «Si creen que hay irregularidades, que lo denuncien, pero que no se dediquen a sembrar dudas sobre conductas absurdas», afirmó el ex president del Govern. Matas aseguró que sus asesores le han aconsejado que presente una querella por calumnias «pero prefiero ser cauto, porque no soy partidario de hacer política de esta forma».