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Las parroquias del arciprestazgo de Ponent (Andratx, S'Arracó, Calvià, es Capdellà, Galilea, Magalluf, Palmanova, Peguera, Port d'Andratx, Portals Nous, Puigpunyent, Santa Ponça, Son Ferrer y El Toro) celebraron ayer su peregrinación jubilar a la iglesia de la Sang. Esta peregrinación se enmarca dentro de los distintos actos que se irán celebrando en toda la Diócesis, a lo largo de los próximos meses, con motivo de la conmemoración del Gran Jubileo del 2000, año de especial significación para la Iglesia católica.

El acto se inició a las 10:30 con una celebración penitencial en la iglesia de Santa Magdalena. A las 12:30 tuvo lugar la celebración de la eucaristía en la Sang. La peregrinación, que contó con la participación de unos doscientos cincuenta feligreses, concluyó con una comida de hermandad en La Porciúncula.

Francisca Massot, Carmen Moner y Antonia Jofre, de la parroquia de Andratx, mostraron su satisfacción por cómo se había desarrollado todo, «nos ha parecido una cosa preciosa, hemos venido personas de toda la comarca, y para acercarnos hasta Palma la parroquia ha puesto a nuestra disposición un autocar», señaló Jofre, con la aprobación de sus compañeras.

Miquel Fullana, de la parroquia de Palmanova, comentó: «El jueves se hizo un acto preparatorio en nuestra parroquia. Y ahora, tras las celebraciones de hoy, ya habremos ganado el jubileo».

De la parroquia de Calvià eran los matrimonios formados por Antonia Barceló y Juan Antonio Muñoz, y por Antonio Alzamora y Francisca Quetglas, quienes también manifestaron su satisfacción. «A mí me ha parecido fabuloso, me he encontrado una vez más con Dios. O sea que lo agradezco mucho» , dijo María Mercedes Fuster, de Santa Ponça.

El rector de Calvià, Juan Pons, hizo una valoración sumamente positiva de la jornada: «Esta peregrinación ha creado expectativas de próximos encuentros entre las diferentes parroquias de Calvià que, hasta ahora, no habían tenido ocasión de reunirse en tan alto número».