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La gran variedad de muestras de ganado constituyó uno de los máximos atractivos de la VIII Fira Agrícola i Ramadera de Son Ferriol, que registró la asistencia de miles de visitantes.

El cambio de horario no despistó en esta ocasión al público, y a primeras horas de la mañana era notable la afluencia de gente al recinto ferial. Este se contempla como uno de los más amplios y mejor distribuidos de la Part Forana, algo que ayer pudieron comprobar quienes visitaron el recinto donde se ubicaron los estands comerciales, la muestra de maquinaria agrícola, el sector del motor y un gran número de corralitos en los que se mostraban los animales.

El ganadero local Antonio León señaló: «En esta edición hemos intentado superarnos, y así hemos aportado 15 corrales de cabras murcianas, tres corrales de cerdos ibéricos y 10 corrales de ovejas de raza mallorquina, blanca y roja, y románov y manchegas». Causó expectación el corral con una vaca de lidia y su pequeño becerro recién nacido, propiedad del ganadero Àngel Galdón, que por vez primera se veía en una feria mallorquina.

A las once, la alcaldesa en funciones, Carme Feliu, junto a la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, y los concejales ferriolers Gaspar Oliver y Jordi Llabrés, y Ferran Trujillo inauguraron oficialmente la feria, con el tradicional corte de la cinta. Les acompañaron el conseller d'Agricultura, Joan Mayol, y los alcaldes de Llucmajor, Lluc Tomàs; de Inca, Pere Rotger, y de Consell, Joan Bibiloni.

No faltó la vista de las autoridades al estand del Grupo Serra, que fueron cumplimentadas por el comercial, Antonio Catalá. Muy cerca, los niños disfrutaban jugando al ping-pong en la mesa patrocinada por Ultima Hora .

La organización estuvo coordinada por Sebastià Roser, mientras que el entusiasta equipo de Tolo Güell se encargaba de la vigilancia de los estands y de las necesidades de los ganaderos participantes.