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Y no son de perros
Un amable lector se acerca al periódico para contárnoslo. Y si nos parece bien "que nos lo parece", mostrárnoslo. ¿Que qué...? Pues que ya no son los perros quienes hacen, y dejan, sus «necesidades» en plena vía pública, sino que también las hacen, y dejan, los seres humanos, seguramente indigentes, sin techo, a quienes cuando les aprieta el vientre se bajan los pantalones y ¡hala!, a desahogarse. El lugar en concreto es la calle Gabarrer, estrecha y perpendicular a Sant Jaume, una calle tan frecuentada como cualquier otra. Y las heces están, junto a un reguero de orines, como si las hubieran acabado de poner. Y entre lo uno y los otro, ¡menudo olor que desprende el lugar! También, a su lado, descubrimos una jeringulla usada. ¿Se imaginan? Lo malo "señala el lector" es que esto no es nuevo, ni tiene visos de parar.