Ese es el aspecto actual del patio de Can Oleo, un edificio señorial de la calle de la Almudaina. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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Tras casi treinta años cerrado y en estado de ruina, la recuperación del edificio de Can Oleo comenzará después de Pascua. Can Oleo es una casa señorial de tipo residencial situada en la calle Almudaina, propiedad de la Universitat de les Illes Balears (UIB) desde que en 1986 le fue cedida por el Ministerio de Educación y Ciencia.

Todos estos años, en los que ha dependido de la UIB, Can Oleo ha permanecido cerrado y no ha sido objeto de ninguna intervención. «Desde que pasó a manos de la Universitat, el edificio precisa de una fuerte inversión para ser utilizado y, dada la precaria situación de los presupuestos de la UIB, nunca ha habido posibilidad de dedicar una partida para la rehabilitación de Can Oleo», explica Jaume Sureda, vicerrector d'Estudiants i Relacions Institucionals de la UIB.

Sureda señala que, ya a finales del mandato del conseller Manuel Ferrer, la UIB mantuvo conversaciones con el director general de Cultura, Jaume Gil, «quien nos manifestó la disposición de la Conselleria a ayudar a la Universitat en esta rehabilitación, aunque no llegamos a ningún acuerdo. Después, el nuevo equipo de la Conselleria se mostró partidario de la rehabilitación del edificio desde el principio», declara el vicerrector. De hecho, una de las primeras actuaciones del conseller Damià Pons y del rector fue la visita a Can Oleo, tras la cual el conseller se comprometió a dedicar recursos para su rehabilitación y aportar 100 millones de pesetas este año para acometer una primera fase de obras.

Mercè Gambús, vicerrectora de Extensió Universitària i Activitats Culturals, señala que la primera intervención que se llevará a cabo en Can Oleo consistirá en asegurar la estructura del edificio. «Para la rehabilitación, que está previsto que comience después de Pascua, se hará un concurso de ideas a través del Colegio de Arquitectos. Paralelamente a esta fase de obras, se van a concluir los trabajos de carácter arqueológico-histórico del edificio, que lleva a cabo José Morata, profesor del Departamento de Ciencias Históricas y Teoría de las Artes de la UIB con un grupo de alumnos, para determinar lo que es necesario conservar desde el punto de vista histórico y realizar una cata del suelo para saber sobre qué etapa histórica de la ciudad se asienta el edificio de Can Oleo», afirma Gambús.