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Cuando la Filarmónica de Berlín y Herbert von Karajan inauguraron el Auditòrium con la presencia de los príncipes Joan Carlos y Sofía, Marcos Ferragut vivió la gran noche de su vida.

Fue el 3 de septiembre de 1969 el día en que inició su vida artística el importante complejo cultural que bajo el nombre de Auditòrium logró convertir en realidad el gran melómano mallorquín Marcos Ferragut. Con un nutrido grupo de amigos y amantes de la música encabezados por el alcalde de Palma, Ferragut fue a recibir al genial maestro director Herbert von Karajan, la más prestigiosa batuta de todos los tiempos, que con la inmortal «Pastoral» de Beethoven inició un nuevo ciclo en la historia cultural de nuestra ciudad. El acontecimiento se honró con la presencia de los príncipes de España y un público que llenó a rebosar dos mil localidades.

Don Marcos Ferragut, tras unas breves palabras de agradecimiento "momento que les ofrecemos en una de estas «Imágenes de ayer»" recibió de la Filarmónica la batuta de Von Karajan, la primera del mundo, y se la entregó al maestro que debía abrir a continuación una etapa histórica en el contexto cultural de la Isla.

Y es que el tesón de Marcos Ferragut sirvió para impregnar de arte y de cultura el tiempo de sus contemporáneos. No le fue fácil. Ofreció su idea a diversas entidades privadas y a las instituciones públicas pero no obtuvo ayuda económica alguna para la construcción de ese sueño que pensó que podía hacerse realidad algún día. Las obras de construcción del Auditòrium comenzaron en el año 1967. Dos años más tarde se inauguraba y, meses después, el Ayuntamiento de Palma le concedía la medalla de oro de la ciudad. Marcos Ferragut fue un «soñador para un pueblo», y su hijo Rafael camina por los mismos senderos que su padre, de quien recibió provechosas enseñanzas y heredó esa sensibilidad de la que tanto nos hemos beneficiado.