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La gran actividad en el sector de la construcción en Mallorca ha provocado el desembarco en la Isla de las grandes promotoras de viviendas de la Península, que quieren beneficiarse del boom de la construcción, según anunció ayer el presidente del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Mallorca, Jaume Gibert Salamanca, en el acto de presentación del estudio estadístico de edificación de Mallorca en 1999.

Gibert indicó que en el presente ejercicio se apreciará un alza del sector de la construcción de un dos por ciento sobre 1999, que fue un año récord, «el número de proyectos visados de obra nueva en 2000 rondará el cuatro por ciento, lo cual asegura la actividad del sector de la construcción. Las grandes promotoras se harán cargo de la construcción de promociones de 300 ó 400 viviendas, que serán adquiridas, a parte de los residentes, por un porcentaje bastante considerable de extranjeros, principalmente de alemanes con un poder adquisitivo mediano, lo cual marca un punto de inflexión sobre otros ejercicios». Gibert, en cuanto al desglose de los datos estadísticos de 1999 en materia de edificación en Mallorca, comentó que los datos de los visados de obras nuevas fueron superiores a los registrados en 1998. En la estadística de visados de final de obra en 1999 en la Isla, el número de edificios sumó 2.481 y en el de viviendas la cifra alcanzó los 6.234. La superficie total construida de viviendas sumó 883.012 metros cuadrados. El presupuesto de las edificaciones con certificación de final de obra fue de 77.139 millones de pesetas.

El número de viviendas acabadas en 1999, con visados concedidos entre 1970 y el pasado año, fue de 6.324. En cuanto al análisis de viviendas visadas (ver gráfico adjunto), es decir las que se deben iniciar, se registró un alza de un 7 por ciento en su número y sólo un tres por ciento en cuanto a superficie en su conjunto, «el mayor crecimiento se percibe en la capital Palma, que registra un aumento de 1.000 viviendas. Es aquí, donde las grandes promotoras de la Península van a trabajar, rivalizando con las empresas promotoras de las Islas», añadió Gibert. La presión urbanística se centra, un año más, en las zonas de Calviá, Alcúdia, Cala Millor, Marratxí y Palma.