Las puertas de Santa Catalina de Siena permanecieron ayer abiertas. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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La iglesia de Santa Catalina de Siena, sita en la calle Sant Miquel, abrió de nuevo sus puertas a los fieles ayer por la tarde, tras varios meses de cierre al culto; en concreto, desde el pasado 14 de febrero, fecha en la que los padres Mínimos "encargados del templo" fueron requeridos por sus superiores de Barcelona.

De momento, no está previsto que se oficien misas con regularidad, aunque desde el Obispado se informó de que, de forma ocasional, podrá haber celebraciones tanto penitenciales como eucarísticas.

A partir de ahora, el delegado diocesano de liturgia, Joan Torrens, se encargará de coordinar la atención del templo, que permanecerá abierto cuatro días a la semana para la exposición del Santísimo y la plegaria: los martes y jueves, de 18 a 20 horas "bajo el cuidado del diácono Joan Carpi", y los miércoles y viernes, de 9.30 a 13 horas "bajo la atención del seglar Pedro Coll".

Alrededor de las 18.30 horas de ayer, varios fieles se encontraban en el interior de la iglesia, rezando. «Está muy bien que hayan vuelto a abrir la iglesia, aunque me gustaría que en un futuro también hubiera misas», señaló Mercedes. Tanto el antiguo encargado, Pep Rigo, como el diácono Joan Carpi coincidieron en señalar que lo importante es que el templo vuelve a tener las puertas abiertas, hecho que, sin duda, valorarán como positivo los antiguos feligreses de Santa Catalina de Siena.