El Govern, la Federación Hotelera de Mallorca y la Asociación de
Cadenas Hoteleras Mallorquinas manifestaron ayer su preocupación
por la opción de compra realizada por el grupo TUI sobre el
touroperador Thomson, que conllevará que el grupo turístico
resultante canalizará a las Islas cerca de dos millones y medio de
turistas, el 25 por ciento del global.
Esta opción de compra fue dada a conocer ayer en la City de
Londres por el director general ejecutivo de Thomson, Charles
Gurassa, y el presidente del grupo Preussag (grupo TUI), Michael
Frenzel. El conseller de Turisme, Celestí Alomar, señalaba ayer que
este proceso es imparable, «pero preocupa por el impacto que pueda
tener en materia de comercialización, de ahí que el único camino es
apostar por la calidad e impulsar la cooperación entre las
empresas».
Miquel Fluxá, presidente del grupo turístico Iberostar,
reconocía ayer en Palma que para el sector hotelero «no es bueno»
pero que se trata de «una tendencia del mercado muy difícil de
parar, es un hecho irreversible que está ahí». Para «suavizar» su
efecto, Fluxá consideró necesaria una mayor coordinación y
comunicación entre los hoteleros.
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