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P. CANDIA/N. DOMBLÀS
El Govern ya tiene decidida la venta del 46 por ciento de las acciones que posee en la empresa Bitel y ayer mismo se lo hizo saber a representantes de los otros dos socios de la compañía. El Govern ha reorientado su estrategia, después de que Sa Nostra y Telefónica hayan comunicado su intención de mantener el negocio del servidor, así como los aspectos más comerciales de la empresa.

Debido a esta postura de los dos socios, mayoritarios en Bitel, el Govern intentará llegar a un acuerdo económico con ellos para venderle su participación. El Govern posee el 46 por ciento de las acciones y el capital social de la empresa es de 415 millones.

Antes de decidir la venta formal, el Ejecutivo realizará un estudio económico para determinar cuál es el valor real de mercado de su participación en la empresa. Bitel ha dejado de ser un negocio estratégico para el Govern que, no obstante, tiene la intención de contar con la empresa en caso de que se planteen proyectos de innovación tecnológica. La decisión definitiva se tomará en una semaba.

Por otra parte, la empresa Atlas exigirá al Govern unos 400 millones de pesetas en concepto de indemnización por competencia desleal. El abogado de Atlas presentará la demanda ante el juez de lo civil a finales de este mes. Esta semana, no obstante, se personará en la sede de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones para exponer, por segunda vez, la situación anómala de Bitel, al operar sin autorización. También, presentará una queja ante el Tribunal de Defensa de la Competencia.

Por otra parte, el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional tomará declaración, por segunda vez, al jefe de proyectos de Bitel, Esteban Luengo, quién fue el autor del redireccionamiento de los mensajes entrantes de la cuenta del correo electrónico de Urbanismo del CIM. Esa es la diligencia que espera el juez instructor del denominado «caso Bitel», Antoni Morell, para continuar sus investigaciones, según confirmaron fuentes judiciales.