Las batallas que se libraron ayer en Sóller fueron «cruentas». Foto: TOMÀS MONSERRAT.

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El lunes no deslució ni un ápice la celebración del Firó de Sóller, que contó con un récord de participación tanto en las tropas cristianas como en las sarracenas. Más de mil «actores» tomaron parte en la cruenta batalla ataviados como los hombres del Rei Moro o como los habitantes de la zona que el 11 de mayo de 1561 perdieron y recuperaron Sóller. Nadie, entre el numeroso público, podía recordar semejante participación entre los vistosos luchadores.

Los numerosos pagesos y sarracenos contribuyeron, si cabe más, a una mayor lucidez del espectáculo. Tanto en la playa de Can Repic como en la de Can Generós, la batalla fue muy «cruenta».

Una de las novedades de esta edición se sitúa en el saqueo, que se produce en la Plaça de la Constitució. Los luchadores subieron con cuerdas por el edificio del Banco Hispano Americano para hacerse con la bandera que allí ondeaba y poner, en su lugar, la que lucía sus colores. Todo ello hizo que la conmemoración de los hechos fuera vivida con gran intensidad por los habitantes y visitantes del pueblo.

Entre las notas negativas cabe destacar que el dispositivo montado por la Cruz Roja y Policia Local tuvo trabajo. Cinco heridos graves (uno de ellos en estado de coma etílico) tuvieron que ser trasladados con ambulancias hasta centros de salud y otros nueve fueron atendidos en Sóller de heridas leves. Entre los participantes en el simulacro cabe destacar a algunos de los regidores del Consistorio solleric, que, como era de esperar, se apuntaron al bando de los payeses. El alcalde, Joan Arbona, vivió las batallas que se producieron ayer como mero espectador. Aunque en esta edición, y como era de prever, se impusieron las tropas cristianas, los sarracenos prometieron volver en próximas ediciones con coraje renovado. Ayer, tanto uno como otro bando, hicieron alarde de sus acopios de fuerzas explosionando grandes cantidades de pólvora.