Antich recibió ayer en el Consolat a los representantes de la FAGB. Foto: TOMÀS MONSERRAT.

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Las pérdidas en el campo balear debido a la falta de lluvia superan ya los 5.000 millones de pesetas y, en caso de no tomarse medidas inmediatas, el sector primario puede entrar en una situación de crisis que desemboque en su total desaparición.

Estos fueron los principales argumentos con los que los representantes de la Federación Agrícola y Ganadera de Balears, FAGB, acudieron ayer a la audiencia con el president del Govern, Francesc Antich, audiencia prevista para el pasado 27 de mayo y que no se celebró al no acudir los miembros de la FAGB.

El encuentro, según señaló Fernando Dameto, transcurrió en un «clima de cordialidad» a pesar de la crispación que se ha respirado entre la FAGB y el Ejecutivo tras la celebración de la «tractorada».

La tensa calma que se respira, pues, fue aprovechada por las partes para intentar llegar a un consenso en lo que a pérdidas se refiere. La federación, como ya se ha comentado antes, estima que se han perdido entre 5.000 y 5.300 millones de pesetas mientras que el Govern habla ya de cerca de 4.000, según Dameto.

Así las cosas, y en vista de que las posturas se acercan, está previsto mantener otras reuniones para cerrar el tema para, acto seguido, discutir las soluciones.

La FAGB, en este sentido, reiteró ayer la necesidad de que el Ejecutivo muestre sensibilidad con la problemática del campo y trámite las tan deseadas ayudas directas.

«No vamos a negociar a la baja ni vamos a aceptar créditos blandos porque la gente luego no puede pagarlos. Las pérdidas del sector son actualizadas cada 15 días y a partir de ese punto empezaremos a hablar», dijo Dameto.

El presidente de la FAGB aseguró, en este sentido, que es el Govern, «y no Madrid ni Bruselas», quien tiene que dar las ayudas que han pedido «ya que las necesitamos cuanto antes, de forma inmediata, y no podemos arriesgarnos a que luego el ministro o la Unió Europea nos digan que no y el Ejecutivo isleño se lave las manos».