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Como les contamos el sábado, Anna, que se encuentra en Mallorca desde mediados de la pasada semana, se reencontró en la Isla con su primer novio, Serguéi Fiódorov, jugador de hockey sobre hielo que triunfa en la liga norteamericana. A ambos los sorprendimos cenando en el Vecchio Giovanni el viernes por la noche (Recuerden que ella comió pasta con almejas). Pues bien, superada la lesión que padecía la tenista, como se demostró a través de una resonancia magnética que se le hizo, ésta ha vuelto a las pistas, a trabajar. Como sparring tuvo a su novio, que por lo que se vio no le hace ascos al tenis, vamos, que se desenvuelve muy bien en la pista y más teniendo en frente a una poderosa rival. En un lugar discreto de la tribuna, la madre de la rusa, orgullosa y atenta, siguió con atención las evoluciones de ésta, y por el gesto que hace, parece estar má que satisfecha.