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Don Pío Baroja solía decir que cierta propensión hacia la lectura y hacia los viajes no sólo no es mala sino que, incluso, puede lograr que seamos un poco más tolerantes, un poco más sabios. De tolerancia y de sabiduría algo saben los ex becarios del programa de Ajuts per a l'Ampliació d'Estudis a l'Estranger, que convocan, desde hace 16 años, Sa Nostra y la UIB. Ex becarios y responsables de ambos organismos se reunieron ayer para hacer un poco de balance de estos años y para, todo sea dicho, disfrutar de un excelente almuerzo (obra de la Escola d'Hoteleria).

Llorenç Huguet, rector de la UIB, destacó que desde el curso 1985"86 se han concedido 99 becas y 83 alumnos han podido completar sus estudios en el extranjero gracias a las ayudas de ese programa educativo. Miquel Capellà, presidente de Sa Nostra, tras recordar con emoción la figura del anterior rector, Nadal Batle, señaló que «hemos de asumir compromisos con esta sociedad y vosotros también los tenéis que asumir». El becario más antiguo, Miquel Montserrat, hoy profesor de matemáticas en la UIB, valoró como positiva su estancia en el Canadá.

Joana Maria Socias inició, tras estudiar Derecho, el doctorado en París: «Es una experiencia inolvidable, porque aunque se pase mal al comienzo, luego vuelves con la cabeza mucho más abierta». «¿Lo peor? Demasiado trabajo. Son cursos de un año, muy intensivos, y están organizados de tal manera que no tienes tiempo ni de dormir ni de nada», indicó, con buen humor, Iván Murray, quien amplió sus estudios de Geografía en Edimburgo.