TW
0
P. CANDIA/RUIZ COLLADO La asamblea de la Federación Hotelera de Mallorca se convirtió ayer en un auténtico clamor contra la iniciativa del Govern de gravar la estancia de los turistas en Balears. Los presidentes de las 25 asociaciones de zonas afiliadas a la patronal del sector de alojamiento debatieron la situación creada tras la presentación, la pasada semana, de la ecotasa por parte del Ejecutivo. La ofensiva empresarial se canalizará a través de distintos cauces, como el inicio de una campaña publicitaria que recoja los argumentos «anti-tasa», la negativa a sentarse en una misma mesa con el Govern para discutir el impuesto y la posibilidad de iniciar acciones legales, tras la aprobación del impuesto por el Parlament.

En la asamblea irrumpieron algunas voces radicales, que reclamaron la retirada de avales de aquellas entidades que a través de algunos de sus directivos se hayan pronunciado a favor de la ecotasa. Esta iniciativa, sin embargo, nos prosperó. Los hoteleros, a través de su vicepresidente Ignaci Esteve (el presidente Pere Cañellas se está recuperando de una intervención quirúrgica) reiteraron que el 40'66% de los visitantes no abonaría el impuesto al alojarse en establecimientos no reglados. Los empresarios consideran que la ecotasa beneficiaría a los «ilegales».

El Fomento del Turismo de Mallorca ha remitido un comunicado en el que muestra su total oposición al proyecto de ley de impuesto turístico del Govern, al cual pide que retire este proyecto «para poner en marcha las mesas sectoriales que hace casi cuatro meses se comprometió a convocar».