Antich reunió ayer de manera urgente a los representantes de los municipios de Palma y Calvià. Foto: JAUME MOREY.

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Govern y Ajuntament de Palma dieron ayer un paso de gigante para cerrar de forma definitiva la 'guerra del agua' tras acordar la instalación de mini desaladoras portátiles que garanticen el suministro de 14.800 metros cúbicos adicionales para los municipios de la bahía de Palma. Según las estimaciones de la Conselleria de Medi Ambient y de los responsables de EMAYA, esta cantidad es suficiente para cubrir las necesidades de este verano.

El acuerdo, que está pendiente de cuestiones técnicas que se resolverán el próximo lunes, se perfiló en una reunión urgente mantenida en la tarde de ayer en el Consolat de la Mar. En la reunión estuvieron presentes el president del Govern, Francesc Antich, el alcalde de Palma, Joan Fageda, la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, el director de Recursos Hídrics, Antoni Rodríguez Perea, y el representante de Calvià 2000, Antonio Manchado.

Por la mañana, el Consell de Govern había estudiado la propuesta de instalación de desaladoras portátiles, pero no aprobó el acuerdo hasta conocer la opinión de los ayuntamientos afectados. De hecho, el Govern necesita la colaboración de los ayuntamientos de Palma, Calvià y Andratx para poner en marcha este proyecto.

El coste estimado es de 2.993 millones de pesetas, de los que el Govern pondrá mil millones a fondo perdido. Las cantidades restantes serán abonadas por los ayuntamientos beneficiados, con un plazo de amortización de 7 años, y con cargo a la compra del agua desalada. Tanto el alcalde de Palma, Joan Fageda, como el president del Govern, Francesc Antich, aseguraron que solicitarán la colaboración económica del Ministerio de Medio Ambiente, que dirige Jaume Matas, para sacar adelante este plan.