Los ayuntamientos de la bahía de Palma se acogieron finalmente al convenio que traerá las desaladoras portátiles.

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M. GONZÀLEZ/J. RODRÍGUEZ
El alcalde de Palma, Joan Fageda, recriminó la actitud de la Conselleria de Medi Ambient al plantear el acuerdo de urgencia para instalar desaladoras portátiles en la bahía de Palma ya que, según su parecer, «las decisiones se han tomado de manera precipitada» y la propuesta «carece de los requisitos para que los firmantes tengan garantías a pesar de las aportaciones que van a realizar», y así lo hizo saber a Antich mediante una carta.

A pesar de las molestias y quejas, que se recogen en una carta dirigida al president del Govern, Fageda, junto con el teniente de Alcalde del Ajuntament de Calvià, Manolo Suárez y la alcaldesa de Andratx, Margalida Moner, firmaron ayer el Convenio por el cual se comprometen a comprar, entre los tres, unos 11 millones de metros cúbicos anuales del agua que produzcan las unidades desaladoras portátiles.

El acuerdo, que surge tras unas intensas negociaciones, implica que el Govern realiza un desembolso inicial de 3.000 millones, 1.000 de ellos a fondo perdido, para desalar 14.800 metros cúbicos de agua al día y, por contra, los ayuntamientos se comprometen a adquirir una cantidad fija de aquí a siete años. Así, el Ajuntament de Palma tendrá que abonar unos 1.300 millones de pesetas para comprar los 8 millones de metros cúbicos que, cada año, tienen que adquirir en virtud del acuerdo mientras que Calvià y Andratx tendrán que desembolsar 600 millones para comprar anualmente entre 3'5 y 6'5 millones de litros, en el caso de la primera, y un millón de litros, en el caso del segundo.