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El conseller d'Obres Públiques i Transports, Josep Antoni Ferrer, anunció ayer la decisión del Govern balear de suspender cautelarmente el real decreto nacional sobre el servicio de taxis, después de la polémica generada entre los taxistas de Palma y los de la Part Forana.

Ferrer se reunió ayer con las asociaciones de taxistas de la PIMEM y de la CAEB, así como representantes de Calvià y del Ajuntament de Palma, para tratar de buscar una solución al problema generado con la aplicación del referido decreto, que autoriza a los taxistas de la part forana a cargar clientes en el aeropuerto de Palma. Durante la reunión, según fuentes de la Conselleria, Ferrer criticó el decreto estatal, elaborado por el Gobierno central «sin tener en cuenta las peculiaridades de aeropuertos como el de Palma». «Este decreto en lugar de solucionar las cosas, ha provocado el enfrentamiento de partes que hasta ahora convivían pacíficamente», añadió.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Taxistas de PIMEM, Gabriel Moragues, expresó ayer su satisfacción por esta medida cautelar, aunque subrayó que, de momento, se mantienen los paros convocados para mañana «porque todavía no hay nada definitivo». De confirmarse hoy la suspensión cautelar, la PIMEM podría desconvocar el paro de mañana, aunque Moragues reconoció que «hay pocas posibilidades de que ocurra». El portavoz de los taxistas de Palma afiliados a la PIMEM subrayó que «la guerra no es contra los taxis de la part forana, sino contra el negocio que se han montado algunos con agencias y touroperadores».