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El presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), Felipe Navío, pidió ayer al conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, en el Consolat de la Mar de que en el caso de que finalmente se cree en Balears el impuesto ecoturístico «haya un año de margen entre su aprobación y su aplicación para que el mercado turístico tenga capacidad de reacción».

En la reunión Navío estuvo acompañado por la vicepresidenta de Air Europa, María José Hidalgo, y el director general de Spanair, Carlos Bravo. El presidente de AECA insistió en que cualquier nuevo impuesto «restará competitividad a Balears y otros destinos como Túnez, Marruecos, Egipto o Turquía se pueden ver beneficiados». AECA aprovechó el encuentro con Mesquida para poner de manifiesto la preocupación del sector aeronáutico balear por la escalada del precio del combustible, que supone el 20 por ciento de la estructura de costes de una compañía aérea. En este sentido, indicó que las compañías «aguantan todo lo que pueden y hasta ahora ninguna ha notificado que a corto plazo aumente sus tarifas».

La Unió de Cooperatives Agraries de Balears (UCABAL), por su parte, manifiestó ayer al conseller d'Agricultura, Mateu Morro, en el Consolat de la Mar su total oposición al actual borrador del proyecto de ley de impuesto turístico por ir en contra de los intereses del sector agrario. UCABAL exige al conseller Morro «que no de apoyo al proyecto de ley del impuesto turístico tal y como está contemplado en estos momentos».