El corte de suministro eléctrico provocó en Palma un gran caos circulatorio. Foto: TOMEU GARCIES.

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Toda Mallorca y parte de Menorca volvió a quedarse ayer de nuevo sin electricidad como consecuencia de una grave avería que se produjo en la subestación de Llubí, instalación que se encarga de recoger la energía producida en la central de es Murterar y distribuirla después por toda la Isla.

Según explicó el presidente de GESA, Bartomeu Reus, el apagón se inició a las 11.24 de la mañana como consecuencia de un cortocircuito interno en un transformador de tensión de una de las celdas de salida de energía. Como consecuencia de este incidente, la central de es Murterar tuvo que parar todos sus grupos generadores, al no poder evacuarse toda la energía que producían. La avería estaba arreglada a las 11.50 de la mañana, según las informaciones facilitadas por GESA. Sin embargo, la reposición del suministro ha tenido que ir haciéndose poco a poco, hasta el punto de que algunos municipios de la Isla, como es el caso de Puigpunyent, no tuvieron energía eléctrica hasta las seis de la tarde.

Sin embargo, los problemas en es Murterar se sucedieron por la tarde hasta el punto de que, durante la celebración de la rueda de prensa, Reus fue informado de que problemas en uno de los grupos de la central iban a provocar cortes parciales y rotatorios del suministro hasta las 12 de la noche. Estos cortes rotatorios afectaron a un 15 por ciento de la población. Reus explicó que Es Murterar estaba en disposición de producir 530 megawatios, cuando la demanda era de unos 600 megawatios. Los problemas en la central de Alcúdia se debieron a la necesidad de poner los cuatro grupos en su máxima producción «y cuando el sistema se repone, sufre». El presidente de la empresa aseguró que el de ayer era un «día triste» y pidió disculpas por las dificultades y problemas provocados a los más de 405.000 clientes de la compañía que se vio afectado por el apagón.

En cualquier caso, Bartomeu Reus no quiso buscar responsabilidades y aseguró que se trató de una «accidente» provocado por un elemento mecánico «que siempre sin falibles». Sin embargo, el presidente de GESA reconoció que esta avería ha puesto en evidencia una debilidad interna del sistema: el hecho de que sólo existe una línea de distribución de toda la energía por la Isla.