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El apagón de ayer en la comarca de Manacor cortó de raíz la jornada laboral en muchas empresas, hasta tal punto que muchas optaron por decretar el cierre adelantado del mediodía puesto que las máquinas y sistemas que utilizan la energía eléctrica quedaron fuera de servicio, a excepción, como es el caso del Hospital, de los que disponían de equipos generadores propios.

Aunque no hubo graves incidentes, entre otras razones por el hecho de que la avería se produjo a la las 11'25 horas, si salió a relucir el nerviosismo y las críticas contra la empresa suministradora de electricidad, especialmente por parte de aquellos que tuvieron que cerrar sus restaurantes o negocios, o de los que quedaron atrapados en las gasolineras en las que pretendían repostar para sus vehículos con los depósitos vacíos, sin olvidar a los que perdieron el trabajo de toda la mañana al quedarse los ordenadores sin fluido.

La policía local de Manacor tuvo que multiplicarse para tratar de paliar los problemas de tráfico que la falta de semáforos ocasionaron, además de tener que atender la infinidad de llamadas de personas que pretendían una respuesta que allí nadie sabía. Dos horas y media después del estropicio la energía volvió a Manacor, pero lo hizo de manera escalonada hasta media tarde.