Sus compañeros de redacción hablaban de él como «un maestro insuperable de fino humor y profunda sabiduría periodística». Y es que, el joven de la foto, fue padre y creador de secciones y de personajes inmortales del periódico Baleares, regidor de cultura y deportes del Ajuntament de Palma, teniente alcalde más tarde, y el principal impulsor de los premios Ciutat de Palma.
Sí, nos estamos refiriendo a Gabriel Fuster Mayans, más conocido como Gafim; un hombre de acusada personalidad, tanto humana como periodística. La Imagen de Ayer que hoy les ofrecemos muestra a aquel Gafim apasionado del deporte y en particular del boxeo; afición que le marcó de por vida. Llegó a conseguir un título de campeón universitario de pesos ligeros y, a sus sesenta años, se mantenía en buena forma física practicando la natación, gimnasia y excursionismo. Creo, y no temo equivocarme, que su afición por el boxeo proviene de la niñez. Su padre le advirtió de los peligros que corría un chico de linaje «xueta» y él decidió mantenerse en buena forma física y aprender a boxear.
Como a su padre no le gustaba que practicase este deporte, tenía que empuñar sus guantes a escondidas. Luego, en Barcelona, donde cursaba sus estudios de Derecho, acudía al gimnasio Bricall y al Artero donde se preparaban boxeadores de renombre. Fue crítico de arte y cronista de boxeo. Actuó como árbitro del Colegio Balear de Boxeo. El 19 de enero del 77, fecha de su muerte, Joan Pla decía que «un infarto se lo llevó a la eterna tertulia en la Plaza Mayor del cielo».
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