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Las asociaciones agrarias de Mallorca recibieron con pesimismo la negativa de prorrogar las ayudas a los frutos secos por parte del comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, y advirtieron que muchos productores de la Isla abandonarán la actividad si se pierden las subvenciones de los fondos comunitarios.

Los planes de mejora europeos suponen la entrada en Mallorca de unos 1.500 millones de pesetas anuales. Estas ayudas se mantendrán hasta este año, fecha en la que acaba el programa, y la UE tiene la intención de no volver a conceder dinero hasta que se realice la reforma de la Política Agraria Comunitaria, PAC, en el año 2003. Las ayudas, según las organizaciones, son vitales para la supervivencia de los productores de almendra y algarroba de la Isla ya que sus frutos secos tienen que competir con los precios del mercado, actualmente a la baja, debido a la gran cantidad de producción que se registra en el norte de América y de Àfrica.

La solución definitiva se ha pospuesto para la próxima cumbre de ministros de Agricultura, que tendrá lugar el mes que viene y los ministros de España, Francia e Italia ya están comenzado a presionar para que se apruebe la prorroga en las ayudas. «Muchas fincas que actualmente se dedican al cultivo de almendra y algarroba se abandonarán si no hay un cambio de actitud del comisario europeo y los payeses se dedicarán a otras actividades para mantener a sus familias», aseguró Eduardo Cerdà, de la asociación Fruits Secs de Balears. Por su parte, Joan Mas, de Unió de Pagesos confía en los contactos que ha desarrollado el conseller d'Agricultura, Mateu Morro, con el ministro español, Miguel Arias Cañete, y en la presión que este último pueda desarrollar ante la Unión Europea para que se prorrogen las ayudas.