El número de vuelos afectados en Palma por este conflicto que
enfrenta a la Navegación Aérea francesa con la Comisión Europea,
que defiende un único espacio aéreo, fue un 30 por ciento del
global del número de movimientos, unos cien vuelos de los 484
programados, «no ha habido incidencia alguna, ya que los pasajeros
han estado informados en todo momento del motivo de los retrasos».
La situación se agravó a media tarde cuando el ordenador del centro
de control aéreo de Londres sufrió una avería, que obligó a
Eurocontrol a imponer restricciones aéreas.
El director general de AENA, Francisco Cal, advirtió ayer de que
la situación del tráfico aéreo español puede agravarse si endurecen
su actitud los controladores franceses. Cal aseguró que «está
funcionando la cooperación con la Navegación Aérea de Gran Bretaña,
Irlanda, Argelia y otros países» para paliar los problemas que esta
huelga origina en los sobrevuelos de las operaciones que, desde
España, se dirigen al norte, centro y sur de Europa. Según el
máximo responsable de AENA, «se está haciendo un gran esfuerzo para
evitar problemas mayores, que, unido al anuncio con tiempo de las
cancelaciones por parte de las compañías aéreas, está reduciendo
las molestias a los pasajeros».
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