En caso de divorcio, ella le pide tres millones de libras por año de matrimonio, pero él no acepta.

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El tradicional «contigo pan y cebolla» es algo que ya ha pasado a la historia hace años, y muchos más entre los personajes de Hollywood. Y por si hubiera alguna duda de ello, ahí está el caso más reciente, protagonizado por Catherine Zeta"Jones junto a su amor, Michael Douglas, a quien antes de darle el sí y permitir que la lleve a la vicaría "sita en Mallorca, según «The Sun», que es quien cuenta la presente historia, y más exactamente en el Castell de Bellver, según el regidor Joan Bauçà" le pide que le firme un documento que le garantice, en caso de divorcio "hay que ser prevenidos, y más en ese mundo en que viven", una indemnización a razón de tres millones de libras esterlinas por año de matrimonio, más una casa.

Naturalmente, Douglas, pese a estar muy enamorado de esta mujer, ha dicho que «nones» a la propuesta. O mejor, los abogados del doble oscarizado se han negado a firmar tal documento, haciendo una contraproposición: un millón de libras por año y una casa, pero a medias, lo cual, a su vez, no ha sido aceptado por los letrados de Zeta. Ni incluso cuando ésta ha añadido que en caso de divorcio él se puede quedar con los regalos de boda, que ascienden a 12.000 libras. Y en ésas están.

Y es que Michael, a quien se le calcula una fortuna personal de unos 150 millones de libras esterlinas, anda como gato escaldado con las cosas del divorcio, y más tras el palo que le ha dado Diandra con el de ambos, ya que le ha sacado 40 millones de libras más el cincuenta por ciento de s'Estaca "que comenzará a disfrutar a partir de la próxima semana durante los seis meses que restan de año", además de la casa que tenían ambos en Santa Bárbara.